CALDERAS AEROTERMIA

La aerotermia se presenta como una tecnología innovadora que aprovecha la energía renovable presente en el entorno exterior de tu vivienda. A través de un solo dispositivo, tiene la capacidad de extraer el calor o el frío del exterior y convertirlo en calefacción o refrigeración para llevarlo al interior de tu hogar, sin importar la temporada del año en la que nos encontremos.

La gran ventaja de la aerotermia es su versatilidad: se trata de un sistema completamente reversible. Esto significa que puedes climatizar tu vivienda tanto en invierno, aumentando la temperatura para un ambiente acogedor, como en verano, enfriándola para disfrutar de un ambiente fresco y confortable. Además, este innovador sistema, además de calefacción y refrigeración, también tiene la capacidad de proporcionarte agua caliente sanitaria gracias a la generación de calor que realiza.

Unidad Exterior:

Cuando se trata de equipos de aerotermia, es esencial contar con una unidad exterior que deberá ser estratégicamente ubicada en el exterior de la vivienda. Esta unidad alberga componentes cruciales como el compresor del sistema, por lo que su ubicación debe ser cuidadosamente seleccionada. Áreas como terrazas, patios, jardines, techos o fachadas son lugares idóneos para su instalación.

Sin embargo, es aconsejable evitar la proximidad de las unidades exteriores a zonas de descanso, ya que su funcionamiento implica la operación de un ventilador que puede generar un leve ruido constante durante su actividad, aunque cabe mencionar que estos equipos son programables para minimizar cualquier inconveniente.

Unidad Interior:

Las unidades interiores son típicamente utilizadas en los modelos bibloc y suelen tener un tamaño similar al de una caldera, a menos que incluyan un depósito de agua caliente. Estos equipos sirven como conexión entre la bomba de calor y el sistema de distribución de calor en la vivienda. Además, las unidades interiores cuentan con un termostato que permite un control total del sistema, incluso cuando no te encuentras en casa. Puedes obtener más información aquí.

Es bastante común que estas unidades incluyan un depósito de agua caliente sanitaria (ACS), lo que aumenta el espacio necesario para su instalación, aunque las dimensiones pueden variar según el modelo seleccionado, llegando a ser comparables a las de una nevera o un lavaplatos.

Depósito de ACS:

La producción de agua caliente sanitaria por acumulación es una característica de las aerotermias, lo que implica la necesidad de contar con un depósito en el cual almacenar el agua caliente generada durante el funcionamiento del equipo. En muchos casos, estos depósitos se integran directamente en la unidad interior, aunque también existe la posibilidad de instalar depósitos externos de mayor capacidad si así se requiere.

La aerotermia requiere electricidad para su funcionamiento, lo que significa que debemos ser cuidadosos al seleccionar la potencia eléctrica contratada para nuestro hogar. La cantidad de potencia que necesitaremos dependerá tanto del modelo y consumo de la unidad de aerotermia instalada como de los dispositivos electrónicos que tengamos en casa y que planeemos usar al mismo tiempo.

Como regla general, se recomienda considerar aproximadamente un 25% adicional a la energía térmica nominal que puede generar la unidad de aerotermia, aparte de la potencia necesaria para alimentar otros dispositivos eléctricos en la vivienda. Esto asegura que tengamos suficiente capacidad eléctrica para mantener el funcionamiento óptimo de nuestra unidad de aerotermia y otros equipos eléctricos simultáneamente.

Los sistemas de aerotermia operan gracias a una avanzada tecnología de bomba de calor integrada en sus equipos. Este proceso se basa en la capacidad de un compresor eléctrico para transferir calor desde un punto frío a uno caliente, y viceversa. En la naturaleza, es una regla fundamental que el calor siempre se desplaza de áreas más cálidas a las más frías. Por ejemplo, en invierno, al abrir una ventana en nuestra vivienda, el calor interior tiende a escapar hacia el exterior de forma natural. Lo mismo ocurre en verano: al abrir una ventana, el calor del exterior ingresa de manera espontánea a la vivienda.

La aerotermia representa una tecnología disruptiva que desafía esta tendencia natural. De manera impresionante, es capaz de invertir este proceso, transportando el calor en dirección contraria a la que sucedería de manera convencional. Esto significa que, en invierno, la aerotermia puede capturar y transferir calor desde el exterior de la vivienda (punto frío) hacia el interior de la misma (punto caliente), creando un ambiente confortable y cálido en el hogar.

La aerotermia se destaca como una opción amigable con el medio ambiente, y esto se debe a su enfoque en la utilización de energía renovable. Las bombas de calor que conforman los sistemas aerotérmicos son altamente eficientes y sostenibles, ya que, para llevar a cabo la transferencia de energía, requieren únicamente un consumo eléctrico mínimo en comparación con la considerable cantidad de energía térmica que pueden proporcionar a una vivienda.

En contraste con los sistemas tradicionales de calefacción que dependen de la quema de combustibles fósiles para generar calor, las bombas de calor son máquinas diseñadas para transportar calor de un lugar a otro sin generar calor adicional mediante la combustión. En esencia, actúan como conductos térmicos, moviendo el calor de una ubicación a otra de manera eficiente y sin procesos de combustión.

Aproximadamente el 75% de la energía que aporta un sistema de aerotermia a una vivienda proviene de fuentes renovables. Por esta razón, tanto las regulaciones europeas como las españolas consideran a la aerotermia como una tecnología limpia y sostenible que contribuye al cuidado del medio ambiente.

Los sistemas de aerotermia son increíblemente adaptables en cuanto a las temperaturas y los tipos de emisores con los que pueden trabajar. Su rango de funcionamiento abarca desde temperaturas exteriores de -20°C hasta +46°C, dependiendo del modelo y del modo en el que operen (ya sea para calefacción o refrigeración). Esto significa que se ajustan a las diversas condiciones climáticas de cualquier región. Además, tienen la capacidad de elevar la temperatura del circuito de calefacción hasta 65°C y de enfriamiento hasta 5°C, lo que permite su compatibilidad con una amplia variedad de emisores, incluyendo radiadores, suelo radiante y fancoils.

Es relevante destacar que las aerotermias son más eficientes cuando trabajan a temperaturas más suaves. En invierno, por ejemplo, se recomienda que funcionen a temperaturas que oscilen entre los 40°C y 50°C, en contraste con los aproximados 70°C a los que suele operar una caldera convencional. Esta estrategia permite un ahorro energético y económico significativo, al tiempo que proporciona un mayor nivel de confort en el hogar gracias a su funcionamiento continuo a temperaturas más bajas.

Los sistemas de aerotermia se pueden perfectamente combinar con paneles solares tanto fotovoltaicos como térmicos.

Los paneles solares fotovoltaicos generan electricidad para tu hogar y se adaptan de manera óptima al funcionamiento de los equipos de aerotermia, ya que estos requieren energía eléctrica para su operación. Con una planificación adecuada de la instalación, es factible alcanzar la autosuficiencia energética de tu sistema de aerotermia mediante paneles fotovoltaicos, transformando tu instalación en un sistema con un consumo mínimo y completamente sostenible.

Adicionalmente, los equipos de aerotermia pueden ser complementados con paneles solares térmicos que aprovechan la energía solar para calentar agua. Estos paneles pueden ser utilizados de dos formas:

• Preparar agua caliente para el sistema, reduciendo significativamente el consumo de los equipos de aerotermia.
• Generar agua caliente sanitaria durante el día para su posterior utilización durante la noche.

La línea de productos de aerotermia ofrece modelos especialmente diseñados para una perfecta integración con ambos tipos de paneles solares, optimizando la eficiencia de la instalación tanto en términos de energía eléctrica como de agua caliente. Esto no solo contribuye al aprovechamiento del agua caliente para el sistema, sino que también minimiza el consumo y el impacto ambiental de la operación.

La implementación de sistemas de aerotermia implica una mayor complejidad y, en la mayoría de los casos, un costo inicial más elevado en comparación con las calderas convencionales. No obstante, también ofrecen la capacidad de ahorrar significativamente más energía que otros generadores tradicionales, como las calderas de gas o las calderas de gasóleo, llegando incluso a un ahorro de hasta cuatro veces más en algunos casos.

La viabilidad económica de esta transición está sujeta a diversos factores, tales como el costo de la electricidad, el precio del gas y el costo del gasóleo. A grandes rasgos, se pueden lograr considerables ahorros económicos en comparación con otros sistemas de calefacción, pero es esencial llevar a cabo un análisis de viabilidad personalizado, teniendo en cuenta las particularidades de cada vivienda y su entorno.

El rendimiento de los equipos de aerotermia se mide a través del COP (Coeficiente de Rendimiento), que representa la relación entre la energía térmica generada y la energía eléctrica consumida. Un equipo con un COP de 4, por ejemplo, puede consumir 1 kWh eléctrico y generar 4 kWh de energía térmica para el sistema de calefacción, lo que lo convierte en uno de los sistemas más eficientes disponibles en el mercado.

En términos energéticos, la aerotermia supera en eficiencia a las calderas convencionales, ya que estas últimas proporcionan aproximadamente 0,9 kWh de energía térmica por cada 1 kWh de energía química consumida.

Para la producción de refrigeración, se utiliza un indicador similar llamado EER (Efficiency Energy Ratio), que mide la relación entre la energía térmica suministrada en refrigeración y la energía eléctrica utilizada.

La alta eficiencia de los equipos de aerotermia se debe a que solo consumen una fracción mínima de la energía total aportada a la vivienda. La energía extraída del aire no conlleva costos adicionales; solo se paga por el consumo eléctrico necesario para el funcionamiento del equipo. Esto convierte a la aerotermia en una de las tecnologías más rentables y sostenibles desde una perspectiva ambiental.

No existe ningún inconveniente en combinar un sistema de aerotermia con sistemas convencionales como las calderas. A esta configuración se le conoce como funcionamiento combinado o sistema híbrido. Dado que la aerotermia representa la tecnología más eficiente, los sistemas híbridos siempre dan prioridad a la aerotermia. Sin embargo, en situaciones que requieran una mayor potencia para el funcionamiento adecuado, la caldera se activará de manera inteligente.

Actualmente, existe una amplia gama de bombas de calor híbridas que permiten su integración con los sistemas de calefacción existentes, como las calderas de gas o de gasóleo, lo que permite aprovechar lo mejor de ambas tecnologías en un sistema único, altamente eficiente desde el punto de vista energético.

Adicionalmente, estos sistemas están equipados con una tecnología inteligente que optimiza el funcionamiento del sistema híbrido en función de diversos parámetros, tales como el costo de la energía (gas y electricidad), las emisiones de CO2 generadas por cada uno de los dos equipos, o el consumo de energía primaria.

La diferencia fundamental entre los sistemas de aerotermia y los aires acondicionados radica en la forma en que gestionan la transferencia de calor.

La aerotermia utiliza un gas refrigerante que ha sido calentado o enfriado en la unidad exterior para realizar un intercambio de calor con un circuito de agua. Este circuito de agua es el encargado de transportar la energía térmica a través de emisores de agua convencionales, como radiadores, suelo radiante o fancoils. Esto proporciona un nivel de confort superior en la vivienda. Además, los sistemas de aerotermia tienen una inercia de funcionamiento mayor, lo que significa que el equipo funciona durante más tiempo en un ciclo continuo. Cuando el sistema se detiene, la vivienda conserva el calor durante más tiempo.

Por otro lado, los aires acondicionados calientan o enfrían el gas refrigerante en la unidad exterior y lo transportan directamente al emisor ubicado en el interior de la vivienda. Una vez que el gas refrigerante alcanza la temperatura deseada, se activa el ventilador y el aire en la vivienda o la sala se calienta o enfría. Esto hace que los aires acondicionados tengan una respuesta muy rápida, pero a diferencia de la aerotermia, no pueden trabajar con emisores de agua convencionales (radiadores, suelo radiante o fancoils). Además, carecen de inercia, por lo que cuando se apaga el aire acondicionado, la emisión de calor o frío cesa de inmediato.